Un estudio realizado por NSF International,
organización mundial independiente de salud pública y ambiental, que
entre otras cosas ofrece certificaciones de productos, análisis,
auditorias, desarrollo de normas de calidad o servicios de gestión de
riesgos para la salud pública, ha determinado las principales fuentes de contaminación bacteriana en la cocina.
En la investigación se analizaron muestras de artículos habituales
procedentes de las cocinas de 20 hogares medios, los microbiólogos
buscaron en ellos aquellos microorganismos patógenos asociados a las
toxiinfecciones alimentarias, principalmente salmonella, listeria y Escherichia coli, pero también se analizó la presencia de mohos y levaduras.
Los expertos destacaron como principales fuentes de contaminación bacteriana las juntas de las licuadoras, los abrelatas, las espátulas de cocina,
los cajones de almacenamiento de verdura y carnes del frigorífico, el
hielo, los dispensadores de agua y las tapas de las fiambreras. Claro,
que en otros elementos de cocina también se encontraron microorganismos
de otro tipo como por ejemplo mohos o levaduras, aunque los señalados
son los que encabezan la lista por ser los que más gérmenes peligrosos
contenían. El objetivo de este estudio era conocer la eficacia en los
hábitos de limpieza de los estadounidenses y a la hora de desinfectar
correctamente todos aquellos objetos que entran en contacto con los
alimentos y que se suelen utilizar con más frecuencia.
Se destaca que estas fuentes de contaminación bacteriana son un
riesgo para la salud y especialmente para las personas que son más
susceptibles a las enfermedades alimentarias, personas mayores, niños,
mujeres embarazadas o aquellos individuos cuyo sistema inmunológico está
debilitado. De los análisis se desprende que el 25% de los artículos
contenían Escherichia coli O157:H7, una de las cepas más
peligrosas y cuya principal vía de infección en seres humanos son los
alimentos. Con respecto a las levaduras y los mohos, se encontraron en
el 100% de las muestras, la contaminación por listeria se detectó en un
10% de las muestras.
Estos resultados se han utilizado para crear una mini guía de recomendaciones sobre cómo proceder para realizar una limpieza correcta de los utensilios y accesorios de la cocina,
la verdad es que hubiera sido interesante conocer un análisis detallado
de todo lo que contenían las 20 cocinas, posiblemente casi todos los
artículos estarían en mayor o menor medida contaminados.
Sobre el cajón del frigorífico en el que se almacenan las verduras,
se recomienda retirarlo y lavarlo completamente con agua y jabón,
enjuagar y secar con un paño limpio. Para ayudar a eliminar los olores
se recomienda el uso de un litro de agua tibia mezclada con un par de
cucharadas de bicarbonato antes de su enjuagado. Los expertos
recomiendan procurar guardar correctamente los alimentos separándolos en
las estanterías o cajones por tipos, del mismo modo, la manipulación de
cada uno de ellos se debe de realizar por separado a la hora de
prepararlos para la comida.
Con respecto al compartimento o cajón de la carne, se recomienda
seguir los mismos procedimientos que con el cajón de las verduras. Con
la licuadora la recomendación es desmontarla completamente para poder
limpiar correctamente las juntas de goma que se encuentran en el
interior, basta con colocar las piezas en el lavavajillas, si se lava a
mano, limpiar una a una cada pieza y secar perfectamente antes de
proceder al montaje. Se recomienda que el abrelatas se lave cada vez que
se utiliza en el lavavajillas, si es un lavado manual hay que utilizar
agua caliente y jabón, procurando alcanzar todas sus partes, enjuagar
bien y secar correctamente. Las espátulas de goma también se deben lavar
después de cada uso y con el mismo procedimiento que el abrelatas, pero
prestando especial atención al mango y al punto de unión de este con la
espátula de goma.
El dispensador de agua suele contar con instrucciones de limpieza,
aunque posiblemente sean pocos quienes las consulten, las empresas
recomiendan utilizar una solución de vinagre y agua para limpiar el
dispensador y la cubitera o máquina para hacer hielo, el cajón de
almacenamiento de los cubitos de hielo debe limpiarse del mismo modo, la
primera tanda de hielo se deberá desechar para garantizar la ausencia
de restos y olores del vinagre. Con respecto al bloque donde se guardan
los cuchillos, se debe intentar eliminar de sus ranuras cualquier resto
alimentario, entre los consejos se destaca el uso de una pistola de aire
comprimido, aunque este es un recurso poco presente en los hogares, por
lo que agua caliente, jabón y un cepillo de mango largo que se pueda
introducir en las ranuras será un método eficaz.
En lo que respecta a las fiambreras y concretamente sus tapas, se
recomienda el uso del lavavajillas y siempre lavarlas después de cada
uso, aunque sean alimentos compactos que no parezcan ensuciar. Si se
lavan a mano se debe utilizar agua caliente y jabón, prestando
especialmente atención a la ranura que facilita el cierre y sellado de
las fiambreras, enjuagar y dejar secar al aire.